El Flat White es una creativa bebida de café hecha con espresso y una capa de micro espuma aterciopelada, que ofrece una textura suave y un sabor intenso. Pero ¿sabes cómo elegir la leche y las técnicas adecuadas para preparar el Flat White perfecto?
¿Qué define un Flat White perfecto?
Un buen Flat White tiene una microespuma sedosa y un fuerte sabor a espresso. El Flat White ideal combina un rico trago de ristretto con leche cremosa de textura fina, sin espuma seca, lo que brinda una experiencia de sabor con mucho cuerpo. Generalmente se sirve en una taza pequeña de 5 a 6 oz, y equilibra la leche y el café a la perfección.
La diferencia clave entre un Flat White y otras bebidas a base de espresso, como los lattes o los cappuccinos, radica en la textura de la leche. Mientras que los lattes tienen más leche al vapor y una fina capa de espuma , y los cappuccinos están cubiertos con una espuma espesa y espumosa, los Flat Whites utilizan una espuma de leche mínima y sedosa para realzar el sabor robusto del espresso.
La invención accidental del flat white
Pocas personas conocen las historias detrás de las películas británicas de suspenso y crimen más olvidadas. Sin embargo, una curiosa referencia al flat white aparece en una oscura película de 1962 titulada “Danger by My Side”. Aunque el término todavía no existía tal como lo conocemos, en esta película se menciona una bebida similar al café con leche.
Para añadir un toque aún más peculiar, la escena en cuestión muestra café servido en una taza desde un grifo instalado en el fondo de una urna. Una imagen que podría hacerte dudar si el contenido de la urna incluía café… o algo más.
El flat white encuentra su hogar en Australia
No fue hasta 1985 que el flat white comenzó a tomar forma en el panorama cafetero. Todo comenzó en Sídney, donde Alan Preston, un fanático del espresso que recientemente se había mudado desde Brisbane, abrió una cafetería de estilo italiano llamada Moor’s Espresso Bar. Con un conocimiento sólido de los clásicos como el «negro largo» y el «negro corto», Preston decidió simplificar el concepto del café con leche. Así, rebautizó la combinación de espresso con leche ligeramente vaporizada como flat white.
El día de la inauguración, Preston tuvo un visitante especial: Anthony Albanese, un activo miembro del partido laborista de Sídney. Albanese quedó tan encantado con la bebida que se convirtió en un cliente fiel, regresando al café cinco veces a la semana durante los siguientes cinco años. Este impulso de popularidad permitió a Preston expandir su negocio, abriendo otras seis sucursales en la ciudad.
Pero el éxito del flat white también tuvo un factor inesperado: el suministro local de leche en 1986 carecía de glicéridos debido a un fenómeno estacional que dificultaba que la leche formara espuma, algo esencial para los capuchinos. Mientras otros cafés luchaban por adaptarse, el flat white se posicionó como una alternativa ideal y rápidamente ganó fama.
Nueva Zelanda: ¿la otra cuna del flat white?
Nueva Zelanda, famosa por sus paisajes cinematográficos y su miel de Manuka, también reclama la invención del flat white. Según un recorte de periódico de Wellington de 2015, el barista Fraser McInnes sirvió por primera vez un flat white en 1989. McInnes intentó preparar un capuchino con leche que no hacía espuma debido a la falta de enzimas. Al no lograrlo, ofreció al cliente un flat white como alternativa.
Sin embargo, algunos argumentan que en Nueva Zelanda ya se servía flat white desde 1984, un año antes de que Preston abriera su café en Sydney. Incluso sugieren que Preston pudo haber descubierto la idea en uno de sus viajes al país vecino.
Aunque Nueva Zelanda tiene su versión de los hechos, lo cierto es que el flat white se convirtió en un ícono del café gracias a su adopción y perfeccionamiento en Australia. ¿Dónde se originó realmente? Quizás nunca lo sepamos con certeza, pero lo que sí es seguro es que esta deliciosa bebida ha conquistado los corazones de los amantes del café en todo el mundo.

Lo que Alan Preston y otros baristas no pudieron entender durante años es que la leche es una mezcla muy cuidadosa de enzimas que se encuentran dentro de la propia leche y que pueden mantener una estructura celular cuando se coloca en una licuadora o en un vaporizador de espresso. A los baristas rara vez se les enseña la química del café y cómo se utiliza la presión para extraer el café y obtener diferentes sabores. El flat white utiliza leche común que se cuece al vapor utilizando una varilla de máquina de espresso con un control cuidadoso.
La cantidad de aire es limitada, de modo que la leche forma microburbujas en lugar de espuma seca. Un capuchino produce una espuma tan ligera que se puede colocar una moneda de cinco centavos flotando en la parte superior. El flat white produce una capa de espuma que no tiene más de 1 milímetro de espesor. Un capuchino normal tiene una capa de 3 mm de espesor o más, según la cafetería a la que vayas.
La mejor leche para un Flat White perfecto
La calidad de la leche desempeña un papel fundamental para lograr la microespuma aterciopelada característica de un Flat White. Elija la leche en función de sus preferencias y su propósito para obtener los mejores resultados:
Leche entera para una microespuma cremosa
La leche entera es ideal para crear una espuma suave, ya que su mayor contenido de grasa proporciona una textura rica y una consistencia cremosa. Además, complementa los sabores intensos del espresso, realzando la esencia de un Flat White.
Leche de avena para un sabor ligero y sutil
Si prefieres una alternativa sin lácteos, la leche de avena es una opción fantástica. Se vaporiza bien y crea microespuma, a la vez que le agrega un dulzor suave y natural a tu espresso. Opta por la leche de avena Barista Blend, que contiene estabilizadores adicionales para facilitar la producción de espuma.
Leche al 2% para menos calorías
Aunque es menos cremosa que la leche entera, la leche con 2 % de grasa (baja en grasas) produce una espuma relativamente suave y es una buena opción para quienes se preocupan por la ingesta de calorías. Con un 2 % de grasa y el resto compuesto por agua y nutrientes, ofrece un Flat White más ligero y ligeramente dulce, al tiempo que mantiene los beneficios para la salud.

Cómo preparar un Flat White en casa
Una vez que hayas elegido tu leche, sigue estos pasos para preparar un Flat White con calidad de cafetería en casa:
- Paso 1: Reúne los ingredientes y las herramientas
Ingredientes: 19 g de café, 4–5 oz de leche fresca
Herramientas: Máquina de café expreso (o alternativas como Aeropress, cafetera Moka), espumador de leche o varilla de vapor
- Paso 2: Preparar el espresso
Los Flat Whites suelen prepararse con un intenso toque de ristretto. Utilice 19 g de café para preparar un ristretto doble en 30 segundos y obtener un sabor intenso. Si no tiene una máquina de café expreso, pruebe alternativas como Aeropress, cafetera moka o prensa francesa para crear un café concentrado.
- Paso 3: Caliente la leche al vapor
Vierta entre 4 y 5 onzas de leche en una jarra humeante. Sumerja la varilla de vapor justo debajo de la superficie de la leche, introduciendo aire durante unos segundos para crear espuma. Luego, sumerja la varilla más profundamente y caliente hasta que la leche alcance una temperatura de 140 a 150 °F (60 a 65 °C).
A continuación te explicamos cómo preparar leche flat white de manera profesional:
- Tome un recipiente de metal con leche fría y encienda la varilla de vapor. Coloque la leche en el recipiente y lleve la varilla hasta el centro de la leche. No la acerque al borde durante un minuto para permitir que la leche se caliente y forme microburbujas a partir del vapor.
- Hacia los últimos 10 segundos de formación de espuma, puedes mover la varilla rápidamente hacia arriba sobre el borde del líquido. Esto se hace permitiendo que la presión del vapor empuje la leche hacia la taza. Puede requerir práctica para que esto funcione correctamente, pero una señal es el gorgoteo lento que oirás cuando el vapor rompa la superficie de la leche.
- Si ha reducido al mínimo la cantidad de espuma que se forma en la leche, la estructura celular de la espuma debe ser suave y aterciopelada, con muy poca espuma en la superficie. La regla es 1 mm para cualquier capa de espuma que se agregue al preparar un verdadero flat white.
Si no tienes una varilla de vapor, usa un espumador de mano o un batidor para crear microespuma.
- Paso 4: Verter y perfeccionar
Vierta lentamente la leche al vapor en el espresso, inclinando la taza en un ángulo de 45° para garantizar que la leche y el café se mezclen sin problemas. Mantenga la mano firme para mantener la superficie sedosa característica de un Flat White.
Conclusión
Tanto si eres un barista casero como si simplemente eres un amante del café, preparar una deliciosa taza de Flat White es una oportunidad para que descubras la sofisticación en cada gota de café y en cada capa de espuma de leche. ¡Pruébalo y siente la diferencia al preparar un auténtico vaso de Flat White con tu toque personal!

Preguntas frecuentes
1. ¿En qué se diferencia el Flat White de los cafés con leche y los capuchinos?
Los Flat Whites tienen texturas más suaves que los lattes o los cappuccinos debido a su espuma de leche fina. Utilizan menos leche que los lattes, lo que resalta el sabor del espresso, mientras que los cappuccinos tienen una capa de espuma más espesa y un perfil más cremoso.2.
2. ¿La leche entera es la única opción para el Flat White?
¡De ningún modo! La leche de avena, la leche desnatada al 2 % y otras opciones de origen vegetal como la leche de almendras o de soja funcionan bien, siempre que puedan producir una microespuma fina y se adapten a tu gusto.
3. ¿Necesito una máquina de café expreso profesional para hacer Flat White en casa?
No necesariamente. Puedes usar herramientas como una Aeropress, una cafetera moka o una prensa francesa para preparar café concentrado, mientras que la espuma de leche se puede hacer con un espumador de mano o agitando la leche en un recipiente sellado.
4. ¿La leche de avena es difícil de espumar?
La leche de avena normal puede ser complicada, pero las versiones de Barista Blend están diseñadas con estabilizadores agregados, lo que hace más fácil lograr una espuma suave y estable.
4. ¿Cómo puedo asegurarme de que mi espuma de leche sea suave y sin burbujas?
Calienta la leche al vapor o de forma gradual hasta alcanzar una temperatura de entre 60 y 65 °C (140 y 150 °F), evitando que se caliente demasiado. Usa la varilla de vapor o el espumador en el ángulo correcto para crear un remolino y garantizar una textura sedosa y uniforme.